SEGUNDO INFORME DE LA GUARDIA CIVIL

Las comunidades autónomas alertaron a Simón el 24 de febrero: «No sabemos si podremos manejarlo»

Desde el País Vasco advertían del peligro de no poner cuarentenas a los que llegaban de Italia. 4 días más tarde confirmarían sus dos primeros casos, procedentes de Italia

Desde Asturias, en tono crítico, recriminaron al CCAES de Simón que daba "la sensación de que se da ya todo por perdido"

La UE envió a Simón el 2 de marzo un informe en el que desaconsejaba los actos masivos

Simón
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.

Los responsables epidemiológicos de algunas comunidades autónomas confesaron el 24 de febrero al Centro de Coordinación de Alertas y Emergenias Sanitarias, dirigido por Fernando Simón, que tenían dudas de si podrían «manejar» la situación que se avecinaba por el coronavirus. Llegaron a afirmar que les daba «la sensación» de que se estaba dando «todo por perdido». Así figura en los correos electrónicos internos reflejados en el segundo informe de la Guardia Civil, que ha sido incorporado a la causa que investiga al Gobierno por prevaricación al permitir el 8-M, encargado por el Juzgado de Instrucción Nº 51 de Madrid. Un documento desvelado el lunes por OKDIARIO.

«No sabemos si podremos manejarlo». Así de contundentes fueron las palabras del subdirector General de Salud Pública de la Xunta de Galicia el pasado 24 de febrero, cuando un cambio del CCAES sobre la definición de ‘caso’ (lo que puede entenderse como una sospecha de contagio) encendió las alertas entre los expertos de las comunidades autónomas. Ponían encima de la mesa que lo que estaba por venir en semanas próximas sería difícil de asimilar para los servicios de Salud.

Así figura en el segundo informe de diligencias de la Unidad Orgánica de la Guardia Civil (UOGC) de la Comandancia de Madrid, una investigación que le ha costado el puesto al coronel Pérez de los Cobos por negarse a entregar información al Ministerio del Interior. Ese nuevo informe, desvelado por OKDIARIO el pasado lunes, recoge un intercambio de correos electrónicos entre expertos y responsables de Salud Pública de algunas comunidades autónomas en la noche del 24 de febrero. Correos que llegaron con copia al CCAES de Simón y ahora obran en manos de la juez Carmen Rodríguez-Medel.

«Se da todo por perdido»

A las 20:03 del pasado 24 de febrero, un correo electrónico llegó directo a la bandeja de entrada de las dos direcciones oficiales del CCAES de Fernando Simón. Su remitente era el doctor I.H.G, jefe del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública del Principado de Asturias. Un correo enviado desde una dirección oficial en el que el experto asturiano destaca que «la sensación que tengo con este planteamiento de nueva definición de caso es que lo dan ya todo por perdido». El mensaje se adjunta con copia a al menos 17 direcciones, algunas correspondientes a cargos equivalentes al de I.H.G en otras regiones.

Ese día, el CCAES había cambiado la definición de ‘caso’, es decir, lo que se considera un posible contagio. Y lo había hecho de tal manera que, en valoración de los expertos, se multiplicaba significativamente el número potencial de infectados por el COVID-19. Se comenzaba a vislumbrar el verdadero alcance de lo que estaba por venir. «Asumen transmisión inaparente a partir de casos asintomáticos como algo normal y pasamos a considerar zonas de transmisión comunitaria a cualquier zona con 2 o 3 casos (aunque se hayan infectado en otra parte). Y no sólo eso, sino que pasamos a considerar que si hay transmisión en una zona lo extendemos a todo el país», recalcaba con cierto tono crítico el responsable asturiano.

A las 22:19 de esa misma noche llegó la primera respuesta. El Subdirector General de Salud Pública de la Xunta de Galicia entraba al debate. «No creo que se de todo por perdido ya (…) lo que no sé es si podremos manejarlo», advertía.

«Llevamos unos 6 casos con analítica, todos negativos pendientes de un par de resultados. Y un montón de llamadas. Y la capacidad analítica no es a todas horas, los micros (Laboratorios de Microbiología donde se realizan las pruebas PCR) tienen contadas horas de guardia. Y mover a la gente a urgencias no es baladí, consume mucha ambulancia», indicaba el responsable gallego mostrando sus dudas sobre si las capacidades sanitarias podrían asumir la situación que se les venía encima.

Apenas 7 minutos más tarde llegaba un nuevo correo al CCAES. Esta vez, remitido por el responsable de  Vigilancia Epidemiológica y Vacunas del Departamento de Salud del País Vasco, T.A.A. Advertía que la situación por entonces en su región era preocupante porque tenían «muchísima conexión con el norte de Italia». Y ponía énfasis en el control de la gente que procedía de esas ‘zonas de riesgo’, a las que por entonces el Ministerio de Sanidad recomendaba «vida normal» si no apreciaba síntomas (pese a que documentos oficiales ya de enero hacían referencia al peligro de los asintomáticos).

«Estos días nos han llamado trabajadores de empresas que han vuelto de la zona (Italia) y los propios servicios médicos de las empresas les recomiendan cuarentena 14 días», insistía el responsable vasco, poniendo de relevancia que la sanidad privada estaba tomando medidas drásticas ante un posible contagio venido desde Italia. Cuatro días después de estos correos, el País Vasco confirmó sus dos primeros casos. Venían del norte de Italia. Uno de ellos, profesional sanitario en Álava, donde días después se produjo el mayor brote hasta esa fecha con más de 60 infectados.

El día que Europa alertó a Simón

Ese mismo 24 de febrero Simón, participó, por videoconferencia, en una reunión del Foro Asesor del Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), en la que se avisó que Italia tomaba medidas drásticas frente al virus. Entre esas medidas, según detalló Vicky Lefevre, responsable de Salud Pública del organismo europeo, estaba la suspensión de manifestaciones, eventos y otros actos, de carácter público o privado, que pudieran contribuir a la expansión de la epidemia.

Pese a ello, y pese a los avisos sobre la peligrosidad del nuevo virus y su avance por Europa, el Gobierno siguió adelante con la celebración de las multitudinarias marchas del 8 de marzo. Tiempo después, el Ejecutivo acabaría admitiendo que el virus estaba ya desbocado desde febrero y que fue precisamente esa última semana cuando se produjeron la mayor parte de los contagios. Muchos, con desenlace fatal.

Así consta en las actas del cónclave europeo, a las que ha tenido acceso OKDIARIO. Como reveló este periódico, unos días después, el 4 de marzo, Fernando Simón fue también uno de los participantes de un nuevo encuentro en el que la UE alertaba de la rápida difusión del virus y del riesgo de «moderado a alto» de propagación.

Guardias Civil en su despacho

Otra de las revelaciones del segundo informe, adelantado por OKDIARIO, constata que agentes de la Guardia Civil tuvieron que personarse en las instalaciones del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), dirigido por Fernando Simón, tras los continuos incumplimientos de este organismo a la hora de entregar información relevante para la investigación del 8-M.

Los investigadores le requirieron todas las comunicaciones del CCAES por primera vez el 16 de abril. Y contabilizan hasta 3 ‘largas’ por parte del departamento de Simón.

Finalmente, es el Juzgado de Instrucción Nº51 de Madrid, y su juez titular, la que insta a los agentes mediante Providencia y Oficio a que se personen en las instalaciones del CCAES con el objeto de que estos hagan entrega de la documentación. Que personados, se recibe escrito firmado por el Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, D.Fernando Simón Soria, haciendo entrega de la documentación, la cual se depositó por esta Unidad en sede Judicial en la misma fecha».

Entre los documentos entregados se encuentran los correos electrónicos a los que hace referencia esta misma información.

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